Hoy hizo calor y un viento fresco asoleado. Hoy estaba todo tranquilo después del boche nocturno. Hoy miré por mi ventana de piso
Recordé aquella tarde de población en que las sábanas flameaban a cloro bajo un celeste completo haciendo patria.
No hay fábula cuando de crudeza se habla. Resiliencia. El resto es comercio.
4 comentarios:
Hay triunfos que duran más que otros. Uno de los triunfos más permanente es precisamente el de la resilencia.
Y a veces hay gente vecina, como estaquitas en el camino, que pueden prestarte sus pies para transitar.
Un abrazo bien rotundo, Bis.
No necesito abrirle las ventanas a todos los ojos para que vean lo que sucede.
Casi todo en este virtual mundo es comercio también.
Otro abrazo y gracias
Yo por mientras seguiré escribiéndo de las sábanas con olor a cloro que cuelgan de la ventana...
Si fue una celebración grande, pero nunca tan grande como aquella celebración anonima que se da cuando una familia en esa mesa coja, con oyos en el techo es capaz de empoderarse sobre su condición gracias a la dificil virtud de la resiliencia.
Saludos
cada día que nos regalan es un nuevo día para amar...
un abrazo, Marcelo..!
:-)
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