jueves, 23 de julio de 2009

Santiago, de Chile

Santiago porqué llegaste tan tarde. Santiago lávate las manos para almorzar. Santiago anda al almacén y tráete un kilo de pan. Santiago pregúntale a la vecina si me puede prestar el teléfono. Santiago termina de hacer tus tareas. Santiago no reclames. Santiago no juegues en la calle que es peligroso. Santiago no me gustan tus amigos. Santiago límpiate los pies. Santiago péinate. Santiago arréglate los pantalones. Santiago anda a barrer el patio. Santiago riega el jardín. Santiago saca la basura y apúrate que está anocheciendo.

Santiago éntrate que ya es hora de acostarse, mañana tienes que levantarte temprano.

6 comentarios:

Sandra (Aprendiz de Cassandra) dijo...

Santiago, cierra la puerta para que ya no pase el frio.
Santiago, recuestáte un momento, descansa, a mi lado.

Besos, santiaguinos.

campesina dijo...

Santiago niño, frontera del amor y la muerte, bello y terrible, Santiago nuestro, 'ciudad de Dios'.
Cuidado, Santiago, "es peligroso ser pobre".

Sobre las farolas, me gustó mucho la imagen; y sí, las farolas sabrán reconocer sobre todo la ternura.

un abrazo, Marcelo, un abrazo con mucho cariño

Shiops dijo...

Santiago, duerme y sueña con el día de mañana, sueña que será un día distinto, sueña e ilusiónate. Probablemente será igual que siempre con los mismos rostros indiferentes que más que expresión parecen solo tener una masa gris de decepciones y frustraciones. Sin embargo, tu ilusión no es en vano, sueña porque esa es la ilusión de todos quienes han observado alguna vez tu rostro.

escobita dijo...

Hola!,

Dejaste un comentario en mi blog hace miles de años y justo hoy me he dado cuenta.

Lo poco que he visto de tu blog me ha agradado y te dejo este comentario aunque no encaje con el matiz poético. Al parecer por acá todos saben escribir.

PD. Contesté a tu pregunta.

carmen jiménez dijo...

Santiago...Esa voz infantil que resuena en nuestros oídos, esa voz que se vuelve madre y nos vuelve pequeños. Sencillamente me encantó la originalidad de tu texto. Como siempre.
Mi admiración y respeto.
Abrazos.

Anónimo dijo...

Sus palabras me hacen recordar a Rubén! de Luis Britto; definitivamente, sólo los nombres cambian.

Saludos cordiales.


G