Ahora me meto en tu sueño y te digo lo que olvidaste. Tengo aliados muy poderosos, la bazofia que comiste lo confirma, tarde o temprano tu vesícula pagará la cuenta, por ahora no podrás dormir todo lo bien que debieras. Bien por mí, me oirás mejor. Tu caminata… te digo, Qué caminata… dirás tú, Tu caminata de la mañana… Tú imaginarás entonces el recorrido, yo te conduzco, desde la mañana recuerdas, el muchacho aquel perdido en medio de la urbe que te mirara buscando cobijo o dirección y tú seguiste de largo porque no había tiempo; o la señora del colectivo que te clavó leve y dulcemente los ojos porque le recordaste a un hijo y tú te alejaste porque es mejor alejarse de esas cosas; o ese vagabundo con quién te topaste y que ni te molestaste en leer sus arrugas; o ese cajero que te insultó con la dureza de su cara porque tampoco lo miraste y tan solo te dirigiste a él con un apúrate porque nada más te interesó. Y luego continuaste con tus trámites para finalmente cruzarte con un remoto pariente o un aquel que en algún tiempo fue casi un amigo pues compartieron un secreto, pero preferiste ocultarte con una revista y seguir de largo también. Y seguiste de largo cuando pasaste frente a un cine donde daban por enésima vez esa vieja película que tanto te gusta, y seguiste de largo cuando escuchaste ese antiguo bolero que te hiciera remontar a esa bella memoria de tiempos idos, y seguiste de largo cuando viste a ese anciano en esa banca de esa plazoleta con la iglesia de fondo que te hiciera recordar a tu padre que se sentara mil veces de la misma manera. Seguiste de largo, para qué detenerse y sentir nada, para qué perder tiempo con tonteras, había que terminar, ya no importa.
Ahora, que me metí en tu sueño, doy mi veredicto y te sentencio a que mañana temprano te mirarás en el espejo y verás tan solo tu peinado, si tus dientes están blancos, si tus ojeras no resaltan y si tu ropa luce bien, pero no te mirarás a ti mismo, y ni siquiera te reconocerás. Te mirarás al espejo como nada, te mirarás al espejo, te lo encaro ahora que lees, Mírate… sentencio.
Muy bien, perfecto, así te quería ver, estás listo para otro itinerario más, ya estás alienado.
12 comentarios:
Un genio usted! Increible.
Como siempre acreciento cada dia mas mi respeto por vos.
Un abrazo entrañable.
Humphrey
Da miedo la razón que tenés. Te agrego a mis links, me gustó mucho tu blog. Un beso
Las imágenes cruzan el pensamiento cuando soñamos. Y si alguien entra en los sueños y dice: “fíjate cuantas cosas te estás perdiendo”, y si alguien entra en los sueños y te recuerda que sigues vivo, y si alguien entra en los sueños y te dice que despiertes, quizá entonces, y sólo entonces lo más bello será lo que soñamos.
Gracias Marcelo por repartir tu universo.
También estoy aquí, lo sabes.
Besos
Los espejos a veces no reflejan mas que lo que queremos ver...
Buenísimo texto, felicidades :)
Besoss
Yo me he alienado hacia adentro, tal como dices.
Acá la música aún se derrite.
hola, hace mucho no recorría estos caminos tan llenos de letras, tan llenos de ideas que terminan por hacerte tropezar y confundir. Pues bien, aqui estoy, desorientada ante tanta verdad (por lo menos para mi, ya habrá quien dirá que la verdad no existe)...
Hay quienes nos seguimos mirando al espejo ¿sabes?, intentando ver lo que ya perdimos, cosa inútil, pero por ahi dicen que la esperanza es lo ultimo que se pierde...
Saludos!
Se me agolpa en los sentidos eso de "La tarea de ablandar el ladrillo todos los días, la tarea de abrirse paso en la masa pegajosa que se proclama mundo...", cada mañana Cortazar susurra la rutina...
Cada mañana espero no perderme de la vida...
Con razón se te extraña pué!
Tu texto es un espejo…
Mis saludos
¿por qué no soñar despiertos y así no pasamos de largo? :-)
me encantó...!
un beso de llampedken remontando vuelo........
Eso es vivir con los días contados sin saberlo.
G
Publicar un comentario