jueves, 5 de marzo de 2009

Retazoregreso

La señora del edificio del frente mira por su ventana y hace su día. Hace su día y su rutina según el vaivén de su ventana, hace su día y su rutina mientras construye su mundo, toma sus pañitos tejidos a crochet recién lavados y los cuelga uno a uno con delicadeza mientras mira por su ventana, y hace su día, los pañitos se balancean y emiten su reflejo blanco mientras la señora mira hacia afuera y construye su mundo, es una señora de edad con pelo aún más blanco que no se oculta tras la cortina ni le avergüenza ventilar su ropa recién lavada mientras se asoma por su ventana, cuelga sus paños la señora y el mundo continúa su rumbo, contemplo a la señora como construye su mundo que forma parte de ese mundo también, la veo mirar y dejarse llevar por su tiempo, por el balanceo de sus paños recién lavados, por la brisa fresca que entra por su ventana, por este sol de color marino y limpio con su certeza como pendiente de no dejar escapar ni el más mínimo detalle. Ahora yo abro mi ventana, dejo que la brisa también me rodee, que el sol, que la bulla entre con su música alegre de alguna parte y su intenso aroma a nido, la brisa descubro huele delicioso, más que delicioso, y este sol huele a mío.

Ahora miro yo por mi ventana, soy parte de esa señora también, dejo que la brisa me rodee, cuelgo mis retazos como si estuvieran recién lavados y dejo que se balanceen por todo su tiempo, mi tiempo, construyo mi mundo y al mundo miro, le pertenezco, nunca dejé de pertenecerle, así me reaprendo a nombrar.

Ha sido un viaje largo. Ahora he vuelto. Esta es mi sal, mi mar es mi tierra, abro mis brazos, estoy aquí. Este es mi lenguaje, cuando eres uno eres un punto; dos, puedes ser un universo. Estoy en paz.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuánto adoro ese aroma.

carmen jiménez dijo...

He podido verla. A la señora, a su vida como si fuera recién lavada, como si renaciera cada día con sus pañitos recién lavados. He podido verla desde mi ventana, y he podido oler a vida desde mi ventana también.
Me gusta la música de tus palabras.

mentecato dijo...

Vengo por vez primera. Te leeré con deleite.

Un abrazo.

campesina dijo...

dan ganas de abrir la ventana y de imitar el gesto, colgar una a una las prendas de cada día, colgar un sueño, un paradigma tan blanco como un pañito tejido a crochet..

no sabes qué cercana está esa señora de mi vida

cariños

La peor de todas dijo...

Cda vez más pequeño y cada vez más inmenso, cada vez más conciente de su incosciencia. La señora, los pañitos a crochet, la ropa recién lavada y tú llegando a casa. Sinónimos en un universo tan enormemente pequeño.
Un abrazo, precioso relato...

cv dijo...

¨ahora miro yo por mi ventana, soy parte de esa señora también¨...que bonito y que responsabilidad ser parte del mundo de otros, ojalá pudiéramos entregar tanta belleza como la señora de los pañitos. No somos uno, siempre tenemos a alguien al frente, por lo tanto la posibilidad cierta de construir mundos.
Bonito texto, saludos
Carola