sábado, 20 de diciembre de 2008

Fin de tiempo

Dos niños han de encontrarse en la próxima hora doce. Uno que nace, otro que se va, como la cara de un reflejo frente a un espejo, como una cara frente a un espejo.

¿Qué le diré al que se marcha, sabré contar, sabré lo sabido y lo pendiente?


Escritos. Son cartas escritas al futuro.

7 comentarios:

HumP dijo...

Solo decirte que en ese tiempo en que escribimos, es mas nuestra alma la que lo hace que nuestros dedos.

Pasaba para darte un enorme abrazo amigo, de esos que te llenan el alma, aunque sea en la distancia, su calor se siente cercano.

Te dejo esto, para que si alguna vez echste de menos mis cuentos, puedas deleitarte con ellos, http://cuentosdelyparaelalma.blogspot.com/
Felices fiestas amigo

Hump

Xi dijo...

Lo mejor será que el que se marcha diga sólo lo justo y necesario. Es decir: nada. No sea cosa de que le cargue al recién nacido sus frustraciones, sus miedos y sus imposibilidades. No sea que se anciane antes de tiempo también nuestro calendario.

Abrazos cronopios.

L Mery dijo...

Sinceramente creo que los años no se hablan entre sí... al menos no los míos... pero si pudiera yo decirles algo, le pediría al que se va que porfa le cuente al que llega sólo sus errores y desaciertos, a ver si el "nuevo" se avispa a omitirlos y mejor pierde el tiempo repitiendo los momentos felices, sin saberlo, para goce de quienes vamos dando vuelta las hojas del calendario.

como siempre, es maravilloso pasar por acá y un verdadero gusto leer tus comentarios que son siempre acertados, contundentes y tan cargados de humanidad. Que el 2009 sea generoso en todo ámbito contigo y que el bote turquesa navegue en paz y plenitud!!!!!!!!

Prado dijo...

no le diga nada, simplemente el que se va se lo lleva todo consigo. y no son dos niños sino uno: un Juno periódico que viene exacto. A recoger la basura del exceso pascual.
Salud.

Sirena Varada dijo...

El niño del pasado es pesado; el niño del futuro liviano como un sueño que nunca se cumplirá. Sus miradas silentes colisionaran en el destello de un instante. El niño del futuro preguntará dónde están sus alas, pues quiere empezar a volar. El niño del pasado contestará que están escondidas en la sombra de sus deseos. Después el niño del futuro le preguntará por qué él no tiene alas sabiendo donde están. Porque retorno al pasado, contestará el niño del pasado. Y qué ocurre en el pasado que hace que no puedas llevar alas, preguntará el niño del futuro.

Que no pasa, contestará el niño del pasado.


Marcelo querido, un inmenso abrazo.

Francesca dijo...

Espero tenerte aquí y allá mucho mas tiempo.
Se nos vino el Nueve, ojalá, y sea mejor que los demás.

Saludos. Abrazos!

Silvia_D dijo...

En ese niño tenemos todos depositados muchos sueños y deseos, esperemos encontrar en el las respuestas a nuestras incertidumbres.

Besos, Marcelo, te deseo lo mejor.