En ocasiones amanezco y camino sigilosamente al igual que lo hacen las calles, a veces con la intención de no interceder ante ningún rizo de aire ni suspiro que se asoma para en solitario perderse, a veces con ganas de reescribir al mundo quedándome donde mismo y agradeciendo por ello, a veces negándome la boca para no despertar al puma que se echó a dormir sobre mis pies y que se irrita con una facilidad irreparable.
jueves, 11 de noviembre de 2010
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4 comentarios:
Paso despacito por aquí, no sea que interrumpa el sigilo. Paso por la vereda del frente y sigo en silencio. Pero vuelvo.
Los sueños de terceros.
saludos cordiales.
g
¿El tuyo es un puma? el mío es un elefante rosado enorme que de repente no me deja ni siquiera pararme a gritar en público.
años sin leerte...
http://pezcadorabioso.tumblr.com/
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